10 ingredientes para la receta de una vida feliz

En consulta, suelo explicar a mis pacientes las pautas que debemos llevar a cabo para sentirnos bien emocionalmente, con una sencilla metáfora: si queremos cocinar un plato que nos salga bien rico, deberemos añadir los ingredientes indicados y seguir cada uno de los pasos que indique la receta. Si por el contrario, añadimos ingredientes al azar, no ajustamos las cantidades y no seguimos la receta, nuestro plato estará muy lejos de lo que pretendíamos en un principio.

Pues bien, basándonos en esta metáfora, os dejo los pasos a seguir para cocinar la receta de vuestra felicidad ¡No olvidéis ajustar bien las cantidades y mezclar bien a fuego lento!

Agregamos una buena alimentación: es esencial que sigamos una dieta variada y sana, que nos aporte vitalidad y energía para afrontar nuestra rutina diaria.

8 onzas de sueño: los estudios demuestran que cuando no descansamos adecuadamente, nuestro estado de ánimo se resiente, podemos padecer ansiedad, nos mostramos irascibles con las personas que nos rodean y tenemos dificultad para aprender conceptos nuevos, ya que nuestras facultades mentales se enlentecen. Así pues, el sueño es uno de los elementos fundamentales de nuestra receta.

3 cucharadas de ejercicio: activarnos realizando cualquier tipo de deporte, mejora nuestro estado de ánimo, nos libera de la ansiedad, aumenta la autoestima e ¡incluso mejora nuestras habilidades mentales! estos datos los dan los últimos estudios, que concluyen, además, que hacer ejercicio es más saludable y contribuye a mejorar el estado de ánimo incluso más que los fármacos destinados a tal efecto.

Dos pizcas de relaciones sociales: compartir actividades con la familia y los amigos (cuando ello nos resulta agradable) es una terapia en sí misma. Debemos rodearnos de personas con las que nos sintamos identificados y que nos valoren. No olvides que el ser humano es sociable por naturaleza.

Otro tanto de organización: planificar nuestro tiempo, anotar las tareas pendientes, tachar las cosas realizadas y, en general, organizar nuestra vida, nos permitirá sentirnos más eficaces, mejorar la autoestima y evitar estresarnos o saturarnos. En este punto de la receta, estaría genial agregar una dosis de “agenda”.

1 kg. de tolerancia: en ocasiones, las cosas que queremos o esperamos de la vida o de las personas que nos rodean, no ocurren. Aparecen obstáculos en el camino y nos frustramos. Debemos aprender a ser flexibles, a ser más tolerantes con nosotros mismos y con los que nos rodean, pues de lo contrario, viviremos estresados y tensos.

Un puñado de ocio: siempre aconsejo a mis pacientes disponer de un abanico de actividades pasivas y activas para poder realizar dependiendo de las circunstancias, que contribuyan al bienestar y que nos hagan desconectar y salir de la rutina. Para mi, personalmente, este es un ingrediente fundamental en la vida y que yo misma pongo en práctica.

150 gr de relativización: prueba a “restar importancia” a todo aquello que sabes que sueles magnificar. A veces, nos ocurren cosas que nos parecen terribles, nos repetimos lo horrorosas que son y esto nos genera un estado de malestar y ansiedad. Todo depende del diálogo que mantengamos con nosotros mismos. Quita importancia a todo aquello que puedas.

1 litro de agradecimiento y risas: los estudios aseguran que cuanto más demos las gracias, más nos estaremos centrando en las cosas positivas que nos pasan y que, además, cuanto más riamos, mejor será nuestro estado anímico y más energía positiva desprendemos ¡Riámonos pues! Me encantan los anuncios publicitarios en los que todos sonríen por la calle. El mundo sería mucho más bonito y agradable así.

Unas gotitas de presente: tú puedes elegir mirar hacia adelante o hacia atrás. Tener miedo en cuanto al futuro o nostalgia y tristeza por el pasado ¡Mira el presente! existe mucha literatura sobre la importancia de vivir el ahora, que el presente es un regalo,… la teoría la sabemos, lo esencial ahora es que lo llevemos a la práctica y disfrutar los rayos de sol en un paseo, reirte con ganas con los amigos o abrazar fuerte a esa persona especial y que sólo pensemos en ello mientras lo hacemos.

Ya los tienes, ¿verdad? anotados. Ya tienes la receta para mejorar tu estado de ánimo ¡No olvides mezclarlos bien y con mucho cariño!

Por Esmeralda Vázquez Conchas, Psicóloga Sanitaria y directora del Centro Integra.