La pasada semana cayó en mis manos un artículo que abogaba por priorizar la educación emocional en los niños, por encima de los contenidos de Mates, Lengua o Historia. No es que estos últimos no sean importantes, pero me hizo pensar y preguntarme: ¿de qué sirve que un chico sepa muchas ciencias o letras si no es feliz?
Como ya he mencionado en anteriores artículos y comento en mi consulta de psicóloga en San Fernando, la felicidad no está en hacer gran un viaje, tener mucho dinero en la cuenta bancaria o tener un móvil de última generación… todos conocemos personas que tienen estas tres cosas y muchas más y no son felices. La felicidad está en ti, en la manera en la que te hablas, en cómo percibes las cosas…
Pues bien, en este artículo quiero indicarte, los errores en los que NO debes caer como padre o madre para que tu hijo consiga ser inteligente a nivel emocional y enfrentar la vida de la mejor manera posible, incluso después de seguir estos consejos, algunos niños necesitan un psicólogo infantil para mejorar su inteligencia emocional:
1.- Acudir a su auxilio demasiado pronto: si cuando tu hijo está en apuros, sales a su ayuda sin permitirle que él mismo idee formas de solucionar el tema, estarás limitando el desarrollo de su habilidad de resolución de problemas. De manera inconsciente él aprende que detrás está siempre papá o mamá para sacarle las castañas del fuego, por lo que cuando deba enfrentarse a la vida adulta, sentirá frecuentes miedos y una elevada inseguridad.
2.- No ser consecuentes: observo cómo muchos padres se sienten culpables por no atender a tiempo completo a sus hijos, por decirles “no” a un capricho determinado o por premiar a un hijo y no a otro. Debes educarle en la frustración, ya que es una emoción natural y humana que deberá afrontar en la vida. Si no le acostumbras a ello desde la primera infancia, lo pasará mal, pero que muy mal en la edad adulta.
3.- Confundir inteligencia con madurez: una cosa es que su hijo tenga un alto cociente intelectual, y otra es que sea maduro o inteligente a nivel emocional. A tu hijo puede dársele muy bien los estudios y sacar unas notas brillantes, pero a la hora de afrontar su vida, sufrir en exceso. Sería ideal que observaras a los niños de su edad y si concluyes que tu hijo se muestra más infantil o inmaduro, puedes probar a darle más autonomía, independencia y poder de decisión.
4.- Evitarle todos los riesgos: es cierto que a veces nos rodean peligros, pero es curioso cómo ciertos padres tienen una lupa ficticia para identificarlos, que además les hace ver un pequeño riesgo, como el verdadero acabose para su hijo. Un niño debe afrontar ciertas situaciones complicadas, como un conflicto con amigos o compañeros, llorar por su primer amor o caerse y hacerse daño cuando es pequeño. Si le evitas vivir ese tipo de situaciones, no le ayudas, todo lo contrario. Estás criando a un niño con miedos, baja autoestima y puede ser que hasta insolente en el futuro.
5.- “Endiosar” a tu hijo: es un grave error transmitirle constantemente lo listo, bueno y guapo que es. Él es especial para ti, pero en la clase o en la calle es un niño más. Por lo que debemos acostumbrarle al elogio, pero también a la crítica constructiva y hecha con cariño. Es bueno hacerle esperar, que entienda que lo quieres incondicionalmente, pero que no siempre es la prioridad absoluta en el mundo, ya que en el futuro tampoco será así.
6.- No reconocerle tus errores del pasado: si quieres que aprenda a reconocer sus errores y a normalizar que como humanos, todos vamos a cometerlos, es bueno que debatas con él situaciones de tu pasado en las cuales pudiste equivocarte y qué aprendiste de ello, pero, a pesar de todo, debes permitir que él mismo decida sobre su vida y que cometa sus propios errores, pues es la mejor manera de aprender (ensayo-error).
7.- No predicar con el ejemplo: no es la primera vez que escucho en consulta cómo un hijo recrimina a sus padres que le ponen normas en la convivencia que ellos mismos no cumplen. Recuerda que como padre, eres el espejo donde se mira tu hijo. Si tú pierdes los nervios y gritas o golpeas cosas cuando te enfadas, él hará lo mismo, ya que estos comportamientos se normalizan y aprenden. Si mientes, él mentirá. Si eres desordenado, él lo será… tienes una importante responsabilidad como padre y es actuar ante él como quieres que lo haga en un futuro.
Como siempre concluyo con los padres que me visitan con sus hijos, sé que no es tarea fácil, y que todo esto suena muy bien en la teoría, pero que en la práctica, se las trae… Sin embargo, si te esfuerzas, en un futuro te alegrarás cuando veas que tu hijo es una persona madura y sana emocionalmente para enfrentarse a la vida con las dificultades que esto entraña.
Esmeralda Vázquez Conchas. Directora del Centro de Psicología Integra en San Fernando (Cádiz)