En este artículo me gustaría explicar a todos cómo afrontar los cambios que nos trae la vida sin quererlo o queriendo. Cuando terminamos un relación, empezamos un trabajo nuevo, empezamos a vivir solo etc… tenemos que mentalizarnos para iniciar un nuevo ciclo, ya que cualquier cambio (se para bien o para mal) nos produce un miedo a lo que pueda suceder.
El miedo es una emoción que debe estar siempre con nosotros, ya que gracias a dicha emoción, nuestro cerebro nos prepara a nivel fisiológico para poder luchar y no morir en el intento. En este momento, nuestro metabolismo se acelera y aumenta nuestra presión arterial, la adrenalina y los niveles de glucosa en sangre. Nuestra respiración se hace más rápida, los músculos se tensan, y las pupilas se dilatan y se detienen todas las funciones corporales que no son necesarias. Pero cuando esa emoción se nos escapa de nuestras manos, entonces empezamos a sufrir ansiedad por las anticipaciones sobre las situaciones que nos puedan ocurrir. Yo siempre le digo a mis pacientes que es muy normal sentir ese miedo y que deben experimentar las sensaciones que nos provocan pero ¡OJO!, no debemos entrar en el ciclo vicioso de la obsesión ya que nos creará mucho daño y nos limitará al aprendizaje (sea negativo o positivo) que nos brinda día a día la vida.
Así pues, os voy a dejar algunos puntos clave para que trabajéis en ellos y así los cambios no os sea tan terribles como solemos percibir:
Mirar hacia el frente: es una de mis frases favoritas. No debemos evitar nuestros miedos ni pensamientos irracionales, debemos afrontar nuestros miedos y no darles la importancia que realmente le damos en ese momento. Pensar que cuando tenemos miedo a ese cambio, nuestro estado anímico es bajo y solemos DRAMATIZAR las situaciones.
Busca apoyo: no tengáis miedo a expresar vuestros miedos a dichos cambios, sobre todo si esos cambios no eran esperados. Todos sabemos que existe un periodo de adaptación y debemos respetarnos y escucharnos para no frenar nuestros sentimientos. Permitiros llorar y que alguien os de consejos, es bueno que os sintáis empatizados con los demás.
Ser positivos: Cuando hablo de ser positivos no me refiero a que lleguéis a un estado de euforia y no temáis a nada sino más bien NO ANTICIPAR las cosas que os pueda pasar. La típica pregunta que nos hacemos ante los cambios son: ¿y sí no sale bien?, ¿y si……?. El ¿Y SI? es una distorsión cognitiva que nos puede pasar factura y hará que nos convirtamos en una persona ansiosa.
Visualizar la situación: en el caso que no podamos luchar contra el ¿y si…?, mi consejo es que visualicéis lo peor que os pueda pasar y darle la solución más racional posible. Recordar que cuantas más soluciones tengamos hacia el problema mejor respuestas le daremos en sí ya que si una no sale bien probaremos con la siguiente, y por probabilidad alguna cuajará.
Así pues, a modo de conclusión, Todos los cambios nos crean incertidumbres pero esa incertidumbre es solo un aprendizaje más que nos hará más fuerte para afrontar otras tempestades.
Fco. Isaac Quirós Rojas, Psicólogo Sanitario, Colegiado AN-07376.