Muchos de los problemas de obesidad están relacionados con las emociones o algún trastorno en general. Cuando una persona decide acudir al médico endocrino para controlar o perder peso, y tras la dieta pertinente, no consigue los resultados esperados, el propio médico, deriva al paciente al psicólogo, pues la causa de no conseguir el objetivo marcado puede ser emocional.
Muchas personas comen sin, realmente, tener hambre, sino más bien para aliviar su estrés, su bajo estado anímico, etc,… es decir, utilizan la comida como una forma de sentirse bien. Pero a largo plazo, empiezan a sentirse peor de lo que ya se encontraban y eso les hace comer más de lo habitual. Es lo que los psicólogos llamamos “EL CÍRCULO VICIOSO”.
Cuando una persona se siente mal emocionalmente y coge el hábito de comer más de lo normal (dieta no equilibrada o hipercalórica), está entrando en la dinámica de resolver los problemas con la ingesta compulsiva y no mejorará en absoluto el problema con su peso.
Por lo anterior, queremos daros seis consejos para evitar este tipo de problema:
1. Cuando el motivo de comer es emocional, la persona sentirá un fuerte impulso de ingerir alimentos, sin poder llevar a cabo los horarios establecidos. En este caso, debe pararse un momento y preguntarse qué está pensando y por qué ese pensamiento le crea malestar.
2. Una vez detectado el pensamiento, nos dirigimos a otro lugar (fuera del alcance de alimentos hipercalóricos) y damos una solución a nuestro problema.
3. Intentamos comer lo más lento posible para disfrutar de nuestra comida: evitemos las distracciones .
4. Organizar las comidas por semanas para organizar qué vamos a comer y así no pasarnos con las grasas y alimentos azucarados. Uno de los consejos que les doy a mis pacientes, es que hagan una lista de los alimentos más sanos e intenten cocinar platos diferentes con ellos.
5. Para bajar el estrés y la ansiedad, lo ideal es hacer deporte diariamente: caminar 30 minutos, correr, ir al gimnasio, etc…
6. Si sentimos ansiedad o un estado anímico más bajo de lo habitual, podemos informarnos sobre ello y realizar actividades placenteras. Nunca comeremos fuera de horario cuando nos encontremos mal, ya que nuestro cerebro lo habituará cada vez que sienta lo mismo.
Debemos recordar que la ansiedad o un bajo estado anímico, pueden estar causados por pensamientos irracionales, por lo que debemos identificarlos y darles racionalidad. (Este tema lo hablaremos en otro artículo).
Fco. Isaac Quirós Rojas, psicólogo sanitario y director del centro Integra.